» Se avecinan cambios…»
Desde la tregua tributaria que nos regala el mes de Agosto, y en un ambiente relajado y alejado de toda vorágine del día a día del bufete, es momento de reflexionar sobre los cambios tributarios que se avecinan.
En el último mes, ha sido noticia tributaria la “Tasa Google, el impuesto a la banca o los carburantes “.
El gobierno ha optado por el camino fácil, gravar rentas no generadas, obviando las consecuencias que se pueden derivar de estas medidas, que lastrarían la competitividad, la inversión nacional y extranjera, además de perjudicar la creación de empleo.
La banca, gran perjudicada por estas medidas, se ha manifestado y ha realizado medidas de presión sobre estos tributos. Este sector, soporta el tipo impositivo del 30 %, el tipo más elevado del impuesto, aunque haciendo memoria…., la banca tuvo que ser rescatada por importe de hasta 100.000 millones de euros, que el Estado utilizó para sanear el sistema financiero español a través del FROB, en el año 2012.
La presión ha surtido efecto y al parecer, el nuevo gobierno se ha contagiado de este relax tributario, ya que según publican diversos medios de comunicación, posterga la subidas de impuestos “para después de las vacaciones”.
Decisión acertada, y más después de la fuga perpetrada por el director general de tributos, Alberto Garcia Valera, que es quien, por orden del gobierno había diseñado los nuevos impuestos, y que pronto trabajara para reducir la factura fiscal de sus nuevos clientes al frente de una de las big four.
En fin, son tiempos de cambio en la Españaquistán Tributaria. El pretendido tipo mínimo en el impuesto sobre sociedades, del 15 % sobre el resultado contable, obliga a replantear todo el esquema de liquidación del impuesto, que parte de este concepto para ir aplicando diferentes ajustes, con objeto de cuantificar la base imponible del meritado tributo.
En este sentido, esta santa inquisición Tributaria, puede dejar obsoleta la reciente ley del impuesto sobre sociedades, que ya elimino la mayoría de los incentivos fiscales que podían aplicar las empresas, y con ello pretende dejar en un sinsentido las famosas reservas de capitalización y nivelación, así como, las deducciones en I+D+IT, y que ha vendido la prensa, como si de fraude fiscal se tratase.
Estas deducciones, no solo sirven para rebajar la factura fiscal de los contribuyentes, además aporta un valor añadido a las empresas que invierten en este departamento, obteniendo una mayor ventaja competitiva en el mercado y posicionando a España como un país referente en innovación tecnológica.
La prueba de ello es que la innovación y el desarrollo es la base fundamental para la longevidad de una empresa, tal y como afirma Rosa García presidenta de Siemens España:
“Si hubiéramos seguido fabricando telégrafos, hoy seríamos la mayor empresa quebrada de telégrafos del mundo”.
Esta empresa alemana con más de 400.000 empleados comenzó fabricando telégrafos en Alemania en el siglo diecinueve.
En esencia, con esta reflexión pretendo dilucidar, la subida de impuestos a corto plazo perjudica a las grandes empresas, pero, a largo plazo ¿es la pequeña economía la gran perjudicada….?
Emilio Moreno Aguilar
Juárez Asesores Tributarios. Despacho Albacete.